La mermelada es una forma dulce y variada de abastecerse de bayas y frutas para el invierno.
El proceso de cocción es una forma de arte separada. En este caso no es bienvenido apresurarse o intentar combinar varias cosas a la vez.
Algunas recetas requieren un enfoque único y a largo plazo, mientras que otras requieren una práctica breve pero diaria. Este último incluye mermelada de albaricoque.
Una preparación muy sabrosa para el periodo otoño-invierno. Pero a los chefs no siempre les gusta el aspecto del manjar: el almíbar está turbio y las rodajas parecen "papillas".
En los restaurantes, esta mermelada siempre luce hermosa y apetitosa. Los chefs experimentados simplemente siguen reglas simples. Usándolos como guía podrás preparar un postre de lujo incluso en casa.
1. Hervir el almíbar por separado y luego verter sobre los trozos.
2. Si se utilizan albaricoques enteros y están duros, primero se cuecen a fuego lento con azúcar.
3. El principal secreto es ser lento. Cuanto más lento sea el proceso y más estable sea la temperatura, más uniformemente se cocinará el albaricoque. Gracias a ello, el fruto se mantiene intacto y bonito.