Todo el mundo sabe que las sopas son saludables. Pero no todo el mundo sabe cómo embellecerlos. Y es bastante simple.
Cualquiera puede preparar una sopa deliciosa y de hermosos colores usando los trucos de este artículo.
El caldo puede arruinar el aspecto de la sopa o puede hacer que este plato sea increíblemente hermoso. Si está nublado, ningún truco ayudará.
Pero el caldo dorado transparente ya es hermoso en sí mismo. Y mediante el uso de determinadas técnicas se puede mejorar o cambiar su color.
Es fácil cocinar caldo claro; basta con seguir tres reglas.
1. Retire la espuma inmediatamente después de su aparición.
2. Cocine a fuego lento (el burbujeo activo es inaceptable).
3. Cocine en una sartén abierta. Si aún necesitas cerrar la tapa, debes hacerlo parcialmente, dejando un espacio.
Cuando la carne y los huesos estén listos, cuela el caldo.
Los chefs siempre echan una cebolla sin pelar en la olla. La cáscara de cebolla no solo le da un aroma único, sino que también hace que el líquido sea más dorado, ya que tiene propiedades colorantes. No en vano nuestras abuelas usaban piel de cebolla para teñir huevos de Pascua, telas e incluso cabello.
Las amas de casa ahorrativas nunca tiran las cáscaras de cebolla. Una de las opciones para su uso es agregarlo a caldos o directamente a la sopa. Alguien lo cuece en trozos grandes y luego lo saca (como una hoja de laurel). Y algunos lo secan, lo muelen y lo añaden como condimento. La cáscara aporta aroma, color y contiene muchas sustancias útiles.
El jugo de zanahoria es extremadamente saludable, por eso se suele dar a los niños. Si un niño (o un adulto) bebe jugo de zanahoria todos los días durante mucho tiempo, su piel adquiere un tinte anaranjado.
Las zanahorias se pueden utilizar para colorear no solo la piel, sino también la sopa. Sin embargo, para ello no basta con cocinarlo. Las zanahorias se deben rallar y freír en aceite vegetal. El pigmento colorante se transferirá al aceite y luego el aceite le dará a la sopa un impresionante color naranja dorado.
La mayoría de las veces, primero se fríen las cebollas (lo que le da dulzura y sabor) y luego se le agregan las zanahorias. Después de freír, los ingredientes se colocan en una sartén con la sopa terminada.
La pasta de tomate también le da a la sopa un hermoso color rojizo. Es mejor agregar una o dos cucharadas de pasta a las zanahorias asadas. Trabajan mucho mejor en conjunto que solos.
Si agrega pimentón a las zanahorias en la sartén, el color de la sopa se saturará aún más. Y si no hay zanahorias, puedes sofreír el pimentón con la cebolla. De esta manera también le dará un bonito tono a la sopa, aunque no tan rica como con las zanahorias.
Estas sutilezas son accesibles para todos. Con su ayuda puedes preparar no solo sopas sabrosas, sino también hermosas.