Muchos han notado que los chefs de los restaurantes preparan platos de requesón apetitosamente esponjosos y atractivos.
Para lograr los mismos resultados, es necesario utilizar algunos trucos culinarios.
No subestimes las capacidades de los refrescos, ya que en un ambiente ácido este componente puede hacer verdaderos milagros. Basta con añadir un poco de polvo para que la textura de las tartas de queso quede apetitosamente esponjosa.
Este componente también es capaz de hacer que las tartas de queso queden esponjosas. A muchas personas les gusta más la levadura en polvo, ya que no hay riesgo de que se produzca un cambio negativo en el sabor.
A veces, las tartas de queso no suben por una sencilla razón: hay grumos en el producto. Se pueden solucionar con la ayuda de un accesorio culinario.
Si nota la presencia de líquido, antes de trabajar con el producto lácteo fermentado se debe dejar escurrir. También se cree que la opción ideal para las tartas de queso es el requesón, cuyo contenido de grasa es del cinco por ciento.
Gracias al uso de un colador, la masa subirá fácilmente durante el tratamiento térmico.