Muchos chefs asumen con gusto la tarea de preparar patatas hervidas.
El proceso es relativamente sencillo y el resultado final es una buena guarnición.
Sin embargo, no está exento de errores. Basta con elegir el nivel de calor equivocado o salar el agua en el momento equivocado, y el plato ya no resulta tan sabroso como nos gustaría.
Sin embargo, seguir las tres reglas que se enumeran a continuación ayudará a garantizar que las patatas tengan la consistencia ideal y un aroma brillante.
La cocción de las solanáceas no debe realizarse a fuego alto. Esto corre el riesgo de que la verdura simplemente se deshaga.
El fuego medio garantiza la integridad de las patatas hervidas.
Algunos cocinan agua salada inmediatamente después de que hierva, o incluso antes.
Bajo ninguna circunstancia debes hacer esto, de lo contrario la verdura podría quedar dura.
Es recomendable añadir cloruro de sodio un par de minutos antes de finalizar la cocción.
Esta opción también es bienvenida: salar el plato que ya está preparado y pasar a un plato.
Los ingredientes adicionales ayudarán a convertir las patatas hervidas comunes en el plato perfecto.
El sabor de la guarnición se verá afectado positivamente por las verduras. Además, debe estar en agua hirviendo.
Además, unos minutos antes de que finalice la cocción, puedes añadir hojas de laurel a la sartén.