Resulta que añadir ingredientes como lácteos, azúcar o huevos son errores críticos que casi todas las amas de casa cometen sin saberlo.
Los ingredientes enumerados no deben utilizarse especialmente cuando se trata de preparar masa destinada a rellenos salados: pescado, carne, champiñones, verduras y otros.
El caso es que gracias a la leche, el azúcar y los huevos, los productos horneados adquieren un aspecto dorado muy rápidamente.
En vista de esto, existe una alta probabilidad de que las tartas o pasteles parezcan listos, pero por dentro todavía estarán a medio cocer y poco cocidos.
La situación solo empeorará si el relleno de los productos horneados está mojado.
Esto sucede a menudo si decide comer pasteles con carne picada cruda, pescado o repollo guisado en su interior.
Para evitar encontrarse en una situación similar, los cocineros experimentados recomiendan utilizar agua corriente en lugar de leche, o mejor aún, el agua en la que se hirvieron las patatas.
Si usa caldo de papa, los productos horneados quedarán extraordinariamente sabrosos y aireados.