La compota de frutos secos es un excelente final para una comida o una forma de saciar la sed.
La bebida será aún más útil si rechazas el uso de azúcar en el proceso de preparación.
Y si bien estos "sacrificios" son bastante comprensibles para los adultos, los niños, debido a su edad, no pueden entender por qué se les obliga a beber compota sin azúcar.
Por eso, en lugar de dedicar horas a explicaciones y persuasiones, te recomendamos utilizar una alternativa al azúcar granulada accesible para todos: la miel natural.
Importante: si no quieres que el aditivo que entró en el bote con la bebida directamente de la colmena pierda sus propiedades beneficiosas, debes poner miel en la compota después de que su temperatura baje a +40 grados.
Para los amantes de la precisión, presentamos las proporciones necesarias para cocinar una deliciosa compota.
Para tres litros de agua necesitarás 350 g de una mezcla de frutos secos y 100 g de miel.
Sin embargo, la cantidad de ingrediente dulce se puede aumentar si se encuentran frutas y bayas ácidas.