Muchas amas de casa siempre utilizan huevos de gallina cuando trabajan con carne picada para cualquier plato, lo que se considera un gran error.
La calidad de la preparación de chuletas y albóndigas difiere en muchos aspectos, por lo que introducir huevos puede no ser la mejor idea.
Si quieres bolas de masa con un relleno aireado y jugoso, es mejor olvidarte de los huevos de gallina.
Si preparas la carne picada correctamente, no necesitas huevos en absoluto. Como regla general, los chefs experimentados simplemente intentan batir con cuidado el producto semiacabado hasta lograr la consistencia deseada.
Con este enfoque, el relleno mantendrá perfectamente su forma.
Si por alguna razón la carne picada resulta demasiado líquida, esta situación se puede corregir fácilmente. Para medio kilo de carne picada, agregue aproximadamente una cucharada y media de sémola y revuelva.
Es recomendable dejar el producto semiacabado durante unos 20 minutos y luego empezar a hacer albóndigas. Gracias a este sencillo truco las empanadillas caseras quedarán más sabrosas y de mayor calidad.