Esta opción es especialmente buena cuando te encuentras con arenque demasiado salado.
Un pequeño truco culinario no sólo revivirá el sabor del producto, sino que también lo mejorará diez veces.
Para ello, sólo necesitas un “ingrediente secreto” que se encuentra en casi todas las cocinas.
Remojarlo en leche eliminará el exceso de salinidad del arenque. Además, el pescado quedará más sabroso y tierno. El arenque adquirirá un ligero sabor lácteo que no dejará indiferente a nadie.
En primer lugar, se limpia el pescado y se lava con agua. Luego separa los filetes y colócalos en un bol pequeño. El pescado se vierte con leche para que el líquido lo cubra por completo.
Si no hay suficiente leche, se puede diluir con agua en proporciones iguales.
El pescado remojado en leche se guarda en el frigorífico durante 3 horas. Si el arenque está muy salado, después de 3 horas se escurre la leche y se añade nueva.
El producto no solo eliminará el sabor salado empalagoso, sino que también adquirirá un sabor increíble. Con este arenque se puede preparar un aperitivo ideal que todos los invitados apreciarán.