A primera vista, no hay nada complicado en preparar pasta.
Basta con colocar la cacerola al fuego, llevar a ebullición el agua vertida en el bol, agregar sal, agregar la pasta al líquido burbujeante y cocinar exactamente como se indica en el paquete del producto.
Pero no es tan simple. Hay un par de matices importantes que, si se ignoran, pueden resultar en una guarnición pegajosa e insípida.
Pero si sigues las reglas que se describen a continuación, la guarnición siempre saldrá perfecta.
Es necesario cocinar la pasta, especialmente si está hecha de trigo duro, en una gran cantidad de agua.
Por eso, es recomendable preparar una sartén enorme. Al menos seis litros.
El líquido debe ocupar entre el 70 y el 75 por ciento del volumen del plato.
Seguir esta sencilla recomendación reducirá significativamente el riesgo de que la pasta se pegue y se convierta en una masa poco apetecible.
Es aconsejable cocinar la pasta de alta calidad un poco poco.
La opción ideal es terminar de cocinar la pasta 1-2 minutos antes de que finalice el tiempo indicado en el paquete.
En otras palabras, si el paquete dice que la pasta debe cocinarse durante 10 minutos, entonces el tiempo de cocción debe ser de 8 a 9 minutos.
En este caso, el cocinero recibirá el plato en estado Al Dente. En este caso, la guarnición no quedará demasiado cocida. Por el contrario, la pasta quedará medianamente firme, sabrosa y más saludable debido a su bajo índice glucémico.