Es casi imposible rechazar unas tartas de queso deliciosamente preparadas que parecen apetitosas y atractivas.
Por lo tanto, cualquier ama de casa tiene la oportunidad de deleitar a su familia no solo con un plato sabroso, sino también saludable.
Sin embargo, para que los pasteles de queso tengan demanda entre sus seres queridos, es necesario prepararlos correctamente.
Dado que el producto lácteo fermentado es el componente principal, la calidad del plato dependerá del producto en sí. Si el requesón no tiene suficiente grasa, las tartas de queso quedarán muy secas. Por tanto, es mejor no preparar una versión dietética del plato.
Pero un producto demasiado graso no es adecuado para hacer tartas de queso: el plato literalmente se deshará.
Por lo tanto, intente comprar requesón con un contenido de grasa del 3 al 9%.
Los cocineros experimentados saben que sin estos componentes es extremadamente difícil preparar un plato suntuoso. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que un exceso de harina o sémola empeorará notablemente la consistencia de las tartas de queso.
Por eso, por medio kilo de requesón se acostumbra tomar dos cucharadas de sémola. Si decides agregar harina, reduce la cantidad a la mitad.
El azúcar es necesario para preparar un plato de buena calidad. Pero debido al exceso de producto, las tartas de queso pueden quemarse o esparcirse durante el tratamiento térmico.
Por lo tanto, por medio kilo de requesón no es necesario tomar más de una cucharada de azúcar. Si te gustan las tartas de queso dulces, sírvelas con miel o mermelada. También puedes espolvorear el plato terminado con azúcar en polvo.