Los cocineros experimentados conocen un truco gracias al cual sus empanadas nunca quedan rancias ni demasiado secas.
Siempre ponen en la mesa unas empanadillas perfectas, con una corteza crujiente por fuera y una carne picada tierna y jugosa por dentro.
La esencia de su truco es simple: solo necesitas agregar un ingrediente adicional a la carne picada. Este componente mejora significativamente el resultado final.
Algunos chefs que preparan chebureks tienen un problema. Durante el proceso de fritura, todo el jugo acaba en la sartén. Como resultado, las empanadas quedan secas y, a veces, incluso rancias, como si hubiera pasado una semana desde que se cocinaron.
Algunas amas de casa solucionan el problema con caldo. Esto da un resultado determinado, pero la carne picada y la masa pueden volverse demasiado líquidas.
Otra opción es la mantequilla. Un pequeño trozo de este producto, agregado a la carne picada para cheburek, derretirá y saturará la carne, aconsejan cocineros experimentados.