Muchos cocineros novatos están seguros: no hay nada más fácil que hacer huevos fritos.
Y, sin embargo, hay muchos matices asociados con la preparación de este popular plato matutino.
Basta con cometer un pequeño error y el huevo frito decepcionará al gourmet.
¿Quieres cocinar unos huevos revueltos perfectos: sabrosos, no quemados, con las claras cuajadas y las yemas líquidas? ¡Entonces sigue tres reglas simples!
Es recomendable freír el huevo en una sartén de fondo grueso.
El uso de utensilios de cocina de este tipo ayuda a garantizar un calentamiento y fritura uniforme del plato.
Es recomendable cocinar los huevos revueltos en mantequilla. Otra buena opción es utilizar una mezcla de aceite vegetal y mantequilla.
Seguir esta sencilla recomendación contribuye a una mejora notable en el sabor del plato.
Cocinar huevos revueltos en una sartén debería llevar cinco minutos.
Además, calentar el plato debe hacerse a fuego lento.
La sartén debe tener una tapa. De lo contrario, la clara no tendrá tiempo de “cuajar” antes de que la yema comience a endurecerse.