Las tartas y bollos suaves y esponjosos son probablemente el sueño de toda ama de casa.
Afortunadamente, lograr tu objetivo es más fácil de lo que parece a primera vista.
Resulta que este efecto se puede lograr simplemente agregando a la masa un ingrediente tan inusual como el almidón de papa.
Gracias a este componente, los productos horneados quedarán tiernos no solo el día de su preparación, sino también el día siguiente.
Pero para evitar que el pan se ponga rancio durante mucho tiempo, conviene combinar la sémola con el resto de ingredientes.
Para medio litro de líquido basta con una cucharada colmada de este producto.
Importante: esta regla tiene sus excepciones. Por lo tanto, no debes verter sémola en un bol si estás preparando hojaldre, masa choux, galletas de mantequilla y albóndigas.
Ahora puede ir a la cocina con seguridad a hornear panqueques, tartas y baguettes: los productos horneados no se secarán durante mucho tiempo y no solo tendrá tiempo para disfrutarlos usted mismo, sino también para mimar a su familia.