Es importante no solo aprender a preparar un relleno jugoso y una masa sabrosa para albóndigas, sino también congelar el producto semiacabado para que no haya riesgo de que se pegue.
Resulta que lograr el resultado deseado no siempre es fácil.
En la producción industrial esto no supone ningún problema: simplemente se utiliza la versión de choque, lo que garantiza una calidad impecable.
Pero puedes lograr el resultado deseado en casa. Para hacer esto, simplemente coloque las albóndigas estrictamente en una capa sobre la tabla de cortar.
Lo importante es que la masa no debe quedar demasiado blanda ni demasiado elástica. Un producto semiacabado de este tipo casi siempre se pega.
Para que las albóndigas se congelen bien, debes cubrir generosamente una tabla de cortar con harina. Si no hay suficiente cantidad, las bolas de masa se pegarán durante el almacenamiento.
También es importante tener en cuenta que lo mejor es congelarlos sobre una tabla de plástico.