El borscht rojo, preparado según todos los cánones culinarios, es en sí mismo un plato de obra maestra, muy difícil de complementar.
Al parecer, por eso lo comen como snack con pan. De hecho, esto no es más que prosa cruda. El borscht con bollos de ajo se convierte en gran poesía.
Primero preparamos la masa. Disolver la levadura y el azúcar en agua tibia, mezclar, colocar bajo film en un lugar cálido durante unos minutos.
Tamizar la harina, agregar sal, leche tibia, levadura y aceite vegetal. Mezclar la masa.
El resultado debe ser una masa suave y elástica que puede pegarse un poco a las manos. Déjalo calentar durante 30-60 minutos hasta que su volumen aumente 3 veces.
Prepara la fuente para hornear. Lubríquelo con aceite vegetal.
Amasar la masa, dividirla en partes iguales y hacer una bola redonda con cada una (de la cantidad especificada de ingredientes debes obtener unas 12 rosquillas). Ponemos todo en el formulario.
Dejar debajo de una toalla durante 15-20 minutos.
Mezclar la yema, agregar 2 cucharadas. l. Agua, engrasar los bollos y colocarlos en un horno precalentado a 190 grados durante 30-35 minutos.
En este momento, mezcle 2 cucharadas. l. agua, 2 cucharadas. l. aceite vegetal, 1 cucharadita. sal, ajo (pasar por una prensa), agregar las hierbas y mezclar. Saca los bollos y vierte la mezcla de ajo sobre ellos.
Estos bollos combinan bien con cualquier primer plato, especialmente con borscht, y se mantienen frescos incluso al día siguiente.
¡Buen provecho!