Una persona que haya probado al menos una vez las chuletas de una cantina soviética querrá repetir la receta en casa.
Pero es raro que un ama de casa consiga alcanzar el éxito.
Por supuesto, la razón principal es que los chefs soviéticos siguieron estrictamente la receta probada y mantuvieron el equilibrio de los ingredientes.
Pero los cocineros también tenían su propio truco, gracias al cual las chuletas siempre resultaban jugosas e increíblemente sabrosas.
Pocas personas saben que los chefs introdujeron un componente inusual, gracias al cual el sabor se volvió más equilibrado y agradable.
Estamos hablando de refrescos normales.
El polvo ayuda a que la carne picada se vuelva más jugosa. También se cree que las chuletas quedan esponjosas y aireadas precisamente gracias a este componente.
No es necesario agregar grandes cantidades de refresco. Para medio kilo de carne picada, tome media cucharada pequeña de refresco. A continuación, los chefs recomiendan mezclar bien la preparación de carne y guardarla en el frigorífico durante una hora. Y luego podrás empezar a freír con seguridad.