Las chuletas de pollo son un plato fácil de preparar. ¿Pero cómo hacerlas jugosas, aromáticas y tiernas?
Los chefs experimentados conocen las complejidades de la cocina y los aditivos secretos que ayudarán a que las chuletas de pollo sean extraordinariamente sabrosas.
1. Normalmente la gente se limita a la pimienta y el ajo, pero los cocineros experimentados saben que el sabor de un plato depende en gran medida de su aroma.
No escatime en condimentos sabrosos. Lo mejor es prepararlos usted mismo, picando las materias primas inmediatamente antes de añadirlas a la carne picada. De esta forma las especias darán el máximo sabor y aroma. Pero si no quieres hacer esto, puedes comprar la mezcla preparada que más te guste.
2. Usa un arco. Hay dos maneras. Para darle jugosidad a las chuletas, agregue cebolla picada o finamente picada a la carne picada.
Si quieres darle un extra de sabor al plato, primero sofríe la cebolla en una sartén hasta que esté dorada. Esta técnica ayudará a eliminar el exceso de humedad si la carne picada es lo suficientemente líquida y no se necesita exceso de jugo.
3. Agregue las espinacas. Las hojas de espinaca tienen un sabor y olor neutros. Pero gracias a ello, las chuletas quedan aún más tiernas y en el corte tienen un bonito estampado verde. Esta también es una excelente oportunidad para diversificar su dieta si ya está cansado de las ensaladas o si a su familia no le gusta mucho la comida saludable, pero prefiere algo más abundante que una ensalada.
4. Si añades un poco de salsa de soja a la carne, enriquecerá el sabor.
5. Las amas de casa experimentadas lo saben: si les añades un poco de mantequilla a las tartas de queso, quedan mucho más sabrosas. Y los cocineros experimentados saben que este truco también funciona con chuletas. Esto es especialmente relevante para el pollo, ya que a menudo el pollo picado prácticamente no contiene grasa, a diferencia del cerdo. La grasa aporta jugosidad y ternura. Y la mantequilla también tiene un sabor y aroma cremosos únicos.
Para 0,5 kg de carne picada, bastará con tomar entre 60 y 70 g de mantequilla. Para que se distribuya uniformemente por toda la masa, primero hay que congelarlo y luego rallarlo. Las virutas resultantes se distribuirán sobre la carne picada (debe estar fría) y luego se derretirán durante la fritura.
Las chuletas secas no son sabrosas. Fríelos hasta que estén dorados. Si tienes miedo de que no se cocinen por dentro, dales la vuelta varias veces. Mejor aún, sofreír las chuletas en una sartén, luego transferirlas a una bandeja para hornear y colocarlas en un horno precalentado a 200 grados durante 7 minutos. Llegarán al interior, pero quedarán jugosos.
Utilice estos trucos para asegurarse de que sus chuletas de pollo picadas estén siempre sabrosas y aromáticas.