Hacer salsa es una manera fácil de realzar cualquier plato.
Una salsa apetitosa ayudará a que la pasta sea más interesante y ayudará a diversificar la guarnición habitual de trigo sarraceno o cualquier otro cereal.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, cualquier receta de salsa requiere carne. Pero existe una excelente manera que le permitirá prescindir de este importante componente.
- 300 ml de líquido (cualquier caldo o agua corriente);
- media cebolla;
- unos 50 gramos de mantequilla;
- 1 cucharada grande de harina;
- 2 cucharadas de pasta de tomate;
- especias (nuez moscada, pimienta negra roja o aromática, sal) al gusto.
En un bol bien calentado (una cacerola es ideal para la receta, pero también puedes usar una sartén conveniente) tendrás que llevar la mantequilla a una consistencia líquida y picar la cebolla picada hasta que esté suave. Agregue suavemente la harina y mezcle.
A continuación, debe verter el componente líquido: agua o caldo. Lo mejor es añadirlos tibios. Revuelva los ingredientes nuevamente, espere 1-2 minutos, agregue las especias y la sal. Si desea que la salsa tenga un sabor brillante e interesante, no olvide agregar una pizca de azúcar.
Lo único que tienes que hacer es añadir la pasta de tomate, remover y esperar unos minutos. La salsa puede volverse más espesa después de cocinarla.