Los países del este y sudeste asiático saben muy bien cómo convertir el arroz en el acompañamiento perfecto.
Por ejemplo, los chinos dominan perfectamente la habilidad de preparar "granos de perlas". Para que la guarnición quede perfecta no se olvidan de dos matices.
Los habitantes del Imperio Celestial no se saltan estos pasos, porque de ellos depende el resultado del plato: fragante y hermoso o pegajoso y gris.
Los chinos prestan especial atención al lavado de cereales. Esto lo hacen hasta que el agua se vuelve completamente transparente, como la lágrima de un bebé.
El lavado elimina el almidón. Cuando no quede nada, el arroz no se pegará. Este es el primer punto importante.
Otro truco que los chinos utilizan activamente está asociado con un 9% de vinagre.
Durante el proceso de cocción, vierte 1 cucharada en una cacerola estándar. l. vinagre. La guarnición terminada adquiere un color perfectamente blanco.