Toda ama de casa que se precie debería poder no solo cocinar bien, sino también preparar preparaciones sabrosas y saludables para el invierno.
Sin embargo, muchas personas cometen errores al enlatar.
¿Qué peligro suponen las conservas caseras y cómo pueden amenazar nuestra salud?
Las semillas contienen ácido cianhídrico, que se libera durante el almacenamiento. Esta sustancia provoca intoxicaciones graves y ceguera.
El ácido acetilsalicílico no se debe colocar en frascos de tomates y pepinos, ya que tiene un efecto perjudicial sobre el tracto gastrointestinal y provoca una reacción alérgica.
A veces, para procesar, las amas de casa toman frutas y verduras ligeramente estropeadas y cortan el lado podrido, creyendo que a altas temperaturas todas las bacterias deberían morir.
Sin embargo, cuando se pudren, se liberan micotoxinas, que son carcinógenas y provocadoras de cáncer.
Este procesamiento puede provocar una intoxicación grave.
Cuando una lata de conservas está hinchada, basta con tirarla a la basura y no intentar esterilizarla para conservar la comida. No tiene sentido luchar contra los hongos y el moho.