No todas las amas de casa pueden hervir la carne para que quede suave, jugosa y sabrosa.
A menudo, el producto puede resultar insípido o demasiado duro.
Si quieres que tu carne esté siempre sabrosa, debes conocer algunas reglas importantes.
Independientemente del tipo de producto, primero se debe colocar la carne en un recipiente con agua fría y enjuagar ligeramente para eliminar partículas de sangre y suciedad.
Después de esto, con la ayuda de un cuchillo afilado, se deben eliminar del producto las vetas que provocan la desagradable dureza.
Si quieres que la carne conserve su jugosidad lo mejor es cocinar la pieza entera. Sin embargo, debes entender que esto llevará más tiempo.
Mucha gente comete el error de enviar la carne a cocer en agua fría. Esta técnica se utiliza únicamente al preparar caldo.
Si la carne hervida es un plato independiente, entonces el agua debe estar caliente.
Para que la carne quede perfectamente jugosa, media hora antes de que esté lista es necesario añadir la cebolla al recipiente de cocción. Para hacer esto, solo necesitas quitar la parte superior de la cáscara.
El resto de la cebolla va entera a la sartén.