Para que las patatas fritas queden siempre bonitas y sabrosas, es imprescindible adquirir los utensilios adecuados para preparar el plato.
Sin embargo, tener una sartén de buena calidad no garantiza en absoluto que el tubérculo quede dorado y con una corteza crujiente.
Al darle el tono de color deseado, las cosas son relativamente simples: es necesario introducir un componente "colorante" especial con un sabor neutro. Estamos hablando de cúrcuma.
La especia ayudará a resaltar el sabor de las patatas y darles un color dorado. Si no tienes cúrcuma a mano, puedes centrar tu atención en el curry. Sin embargo, debes estar preparado para que el plato quede un poco picante y aromático.
Las patatas se fríen tradicionalmente en aceite vegetal porque tienen un alto punto de humo. Como resultado, se puede lograr el grado de tueste deseado.
Sin embargo, esto no asegurará una costra.
Por eso, los cocineros experimentados añaden unos cubitos de mantequilla durante el proceso de fritura. El sabor de las patatas se volverá más rico y noble. El tubérculo también tendrá una maravillosa corteza crujiente.