Si te encanta el hígado pero ya estás cansado del hígado frito, prueba servirlo como ensalada.
Los autores de la receta están seguros de que incluso aquellos que habitualmente desprecian este producto disfrutarán de este plato.
Entonces, necesitarás:
El hígado se debe hervir en agua con sal. Una vez que el ingrediente principal de la ensalada se haya enfriado, rallarlo con un rallador grueso.
Como opción, el hígado se puede cortar en tiras, pero esto, como dicen, es cuestión de gustos.
La cebolla se debe picar finamente y freír en aceite vegetal hasta que esté transparente.
Agrega aquí las zanahorias ralladas y no retiras la sartén del fuego hasta que las verduras estén listas, luego apaga el fuego y espera hasta que se enfríen.
Durante este tiempo, puedes cortar los pepinos en tiras finas o picarlos con el mismo rallador.
Solo queda combinar todos los componentes de la ensalada, agregar sal y sazonar con mayonesa.