Si el ama de casa decide hacer tartas de queso, quiere que queden esponjosas y sabrosas.
Sin embargo, un plato popular no siempre quiere mantener su forma apetitosa.
La razón no es una coincidencia, sino algunas deficiencias.
Mucha gente piensa que el requesón en sí es un producto demasiado ácido que necesita ser "equilibrado" con una cantidad suficiente de azúcar.
Sin embargo, una gran cantidad de producto sólo estropeará el plato. Por lo tanto, trate de no tomar más de dos cucharadas de azúcar por medio kilogramo de producto lácteo fermentado.
Algunas amas de casa añaden harina sin mirar, lo que da como resultado un plato fino y poco sabroso. Para que los pasteles de queso suban, debes agregar solo 2-3 cucharadas de harina por medio kilogramo de requesón.
Muchas amas de casa creen que los refrescos son un ingrediente "mágico" que hace que cualquier plato quede esponjoso. Sin embargo, el polvo necesita un ambiente ácido para la reacción, que no está presente en las tartas de queso.
Por lo tanto, es mejor elegir levadura en polvo.