Si quieres volver a la infancia, puedes intentar cocinar platos que estén fuertemente asociados con esta época sin preocupaciones.
Nada hace el trabajo más rápido que la repostería casera. Por ejemplo, tartas de vainilla.
Primero mezcle la mantequilla y el azúcar, luego bata y agregue un huevo, seguido de la leche.
Mezclar con una batidora hasta obtener una masa homogénea y tamizar la harina, previamente mezclada con la levadura en polvo.
Amasar la masa y extenderla formando una capa de hasta 1 cm de espesor. Luego cortar las futuras tortas con una taza u otro recipiente de tamaño adecuado.
Coloque los trozos de masa en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino y extienda la masa restante hasta formar un trozo nuevo.
Batir un huevo crudo y untar con él las galletas de mantequilla. Precalienta el horno a 190 grados y hornea las piezas durante 15 minutos.
¡Buen provecho!