Los corazones de pollo tienen una demanda especial entre los amantes de la comida sana. El subproducto no es muy caro. Tiene otro problema.
A menudo los corazones resultan duros y gomosos. Te contamos cuál es el motivo y cómo cocinarlos correctamente.
En términos de propiedades nutricionales, los corazones de pollo no son inferiores a las aves o la carne de res.
Además de la fecha de vencimiento, es necesario prestar atención al color de los despojos. Los corazones frescos son de un color rojo intenso y brillante; no deben tener mocos ni residuos, ni manchas ni sangre seca. El olor debe ser fresco, la capa de grasa debe ser ligera y limpia.
El producto congelado se descongela en el frigorífico. Durante la noche los corazones estarán listos para procesar.
Se lavan en agua fría. es necesario recortar los vasos y la película exterior, eliminar los restos de sangre y el exceso de grasa.
Los corazones se cocinan enteros, no cortados ni remojados.
Mucha gente cree que basta con que los corazones se cocinen durante media hora y luego se pueden retirar del fuego. Pero durante este tiempo seguirán siendo resistentes, aunque podrán utilizarse. Es difícil digerirlos, por lo que puedes cocinarlos incluso durante 1 a 1,5 horas.
Un detalle más importante. Se cree que los corazones quedarán blandos, no frescos, sino congelados, debido a que contienen más agua.
Y por último, para deshacerse de los antibióticos, los corazones se hierven dos veces. Primero, hierva, escurra el caldo viejo, agregue agua nueva y cocine hasta que esté tierno.