Un nombre desconocido para un plato puede confundirte y hacerte reacio a cocinarlo debido a la posible complejidad de la receta.
Sin embargo, la primera opinión suele ser errónea. Pero si lo miras un poco, resulta que no hay nada complicado.
Un ejemplo sorprendente de esto es la tortilla italiana: frittata. De hecho, no existe una diferencia global entre el plato clásico y su versión italiana.
Ingredientes:
1. La cocción comienza fríe la carne en una sartén con aceite de oliva.
2. Cuando el ingrediente esté dorado, se complementa con tomates secos, mozzarella y albahaca picada.
3. Se sala y pimienta la pieza de trabajo, luego se vierte con huevos crudos revueltos y se coloca en un horno caliente durante 10 minutos.
4. Al servir, espolvorear con hierbas y hierbas, cortar en porciones y servir con aceitunas.
Por lo tanto, la única diferencia es que los ingredientes principales están prefritos y el plato en sí se hornea en el horno.