La receta de albóndigas caseras se mantendrá prácticamente sin cambios, pero quedarán más jugosas.
No a todo el mundo le gusta el producto comprado en la tienda; muchos prefieren cocinar ellos mismos este plato popular.
En este caso, es posible mejorar las albóndigas agregándolas a la receta habitual. Este truco era conocido en la época soviética, pero hoy no ha perdido su relevancia.
Es necesario agregar cebollas a las albóndigas picadas. La verdura se puede picar con una picadora de carne o simplemente cortarla con un cuchillo.
El ajo agregará picante y jugosidad al plato. Por cada kilogramo de carne picada necesitarás aproximadamente 2-3 dientes de esta verdura. Luego solo queda salpimentar y salar la base de carne.
Durante el proceso de cocción, la cebolla y el ajo soltarán jugo. Las albóndigas no quedarán secas aunque se utilice carne magra.
Las cebollas y el ajo no son los únicos ingredientes que pueden realzar las albóndigas caseras. Puedes agregar cúrcuma, tomillo o salvia al pollo picado junto con ellos. Y las albóndigas de cerdo quedarán aún más sabrosas si utilizas un poco de romero.