Los primeros platos se consideran desde hace mucho tiempo de consumo obligatorio.
Los nutricionistas modernos no son tan categóricos a este respecto e incluso creen que, en algunos casos, la sopa puede hacer más daño que bien.
La dietista y nutricionista Katerina Panova, en una entrevista con Klops , dijo qué sopas se deben comer con la menor frecuencia posible.
Resulta que cualquier sopa puede estar en la lista de las dañinas, ya que todo depende de la composición y método de preparación.
En general, la experta recomienda evitar los primeros platos que contengan mucha grasa saturada, sal y conservantes.
Los ejemplos incluyen sopa de guisantes con carnes ahumadas y sopa de champiñones.
El nutricionista considera que estos platos son los más dañinos.
Los ingredientes ahumados hacen que la sopa sea rica en calorías, contienen sustancias cancerígenas y, si se consumen con regularidad, tienen un impacto negativo en la salud.
La sopa de champiñones puede provocar pesadez en el estómago si se cocina en caldo graso y salado.
Las sopas saludables se cocinan en caldo de pollo, con verduras y especias, pero se sirven sin carne.
Estos platos fortalecen el sistema inmunológico, normalizan el metabolismo y mejoran la digestión.
El experto también aconseja añadir hierbas y especias frescas, como perejil, eneldo, cúrcuma y jengibre.
Finalmente, el experto recordó el cumplimiento de las condiciones de conservación de la sopa.