En algunos casos, trabajar de noche no es la excepción, sino la norma. En tales situaciones, el empleado dispone del llamado tiempo de sueño, excepto los fines de semana.
Pero muchas personas ni siquiera saben si este mismo horario de sueño ayuda y qué tan perjudicial es para la salud.
La neuróloga y experta médica Ekaterina Demyanovskaya explicó en una entrevista a Izvestia lo peligroso que es esto.
Este régimen altera el ritmo circadiano natural, lo que le obliga a permanecer activo en un momento en el que el cuerpo debería estar descansando.
Todo esto tiene consecuencias negativas y puede provocar alteraciones crónicas del sueño.
Incluso si una persona duerme entre 7 y 9 horas, cambiar el horario es perjudicial para la salud.
El sueño diurno es menos profundo y más intermitente en comparación con el sueño nocturno.
La producción de la hormona melatonina se suprime, lo que provoca que la persona no duerma lo suficiente.
Si se trata de una única falta de sueño, entonces no representa ningún peligro.
La falta crónica de sueño reduce la concentración, provoca problemas de memoria, aumenta la ansiedad y deprime el sistema inmunológico.
También es posible que los niveles hormonales cambien, lo que provocará trastornos metabólicos.
Un aumento en el nivel de la hormona cortisol provoca agotamiento del sistema nervioso, estrés crónico, ansiedad y depresión.
En el contexto del abuso de alcohol y la ingesta excesiva, el problema no hace más que empeorar.
Como resultado, trabajar muchas horas por la noche puede provocar obesidad, síndrome metabólico y diabetes tipo II.
Si no es posible evitar el trabajo nocturno, tendrás que dormir durante el día. Pero esto debe hacerse en una habitación oscura, tranquila y fresca.
Es importante evitar consumir cafeína y alcohol varias horas antes de acostarse, recordar hacer ejercicio regularmente, llevar una dieta equilibrada y someterse a exámenes médicos a tiempo.