El té se bebe principalmente después de las comidas o entre comidas.
Para muchos, esto ya es una tradición: una taza de té después del desayuno, el almuerzo o la cena. Se cree que la bebida favorece la digestión y es una fuente de nutrientes. ¿Pero es todo tan bueno como mucha gente piensa?
Averigüemos si es posible beber té después de las comidas y si este hábito aparentemente inocente tiene alguna desventaja.
Los médicos creen que una taza de té después de una comida no favorece una buena digestión.
La absorción de hierro por parte del organismo se ve afectada debido a los taninos contenidos en el té.
Como resultado, pueden surgir problemas no solo con la digestión, sino también con la salud en general.
Debido a la falta de hierro, se puede desarrollar anemia, problemas musculares, fatiga crónica y dolores de cabeza.
Los niños y las mujeres embarazadas deben tener especial cuidado.
El té no dañará la salud si espera treinta minutos después de comer.
Durante este tiempo, el cuerpo absorberá las vitaminas y microelementos necesarios.
Además, se recomienda beber té verde o de hierbas después de las comidas.
El té verde contiene menos taninos y las infusiones de hierbas mejoran la digestión y favorecen una mejor absorción de nutrientes.