A pesar de todas sus propiedades y cualidades beneficiosas, la remolacha no se debe consumir todos los días para evitar problemas.
En estos casos, los expertos hablan de riesgos ocultos.
Averigüemos qué contraindicaciones tiene el tubérculo y con qué frecuencia se puede consumir.
Debido al alto contenido de oxalato, el consumo frecuente de remolacha puede provocar problemas renales y se pueden formar cálculos.
Estas mismas sustancias interfieren con la absorción de calcio y también provocan la formación de cálculos de oxalato.
La remolacha puede suponer un riesgo debido a su alto índice glucémico. Su consumo ayuda a aumentar los niveles de azúcar en sangre.
Si usted tiene diabetes o está predispuesto a la enfermedad, comer remolacha también es peligroso para su salud.
La sensación de hambre y los antojos de dulces pueden empeorar, lo que provocará problemas de peso.
Debido a la abundancia de fibra, la remolacha puede causar hinchazón, diarrea y alergias: erupciones cutáneas, picazón y otros problemas.
Por tanto, no se recomienda consumir remolacha de forma habitual, y si se padece alguna enfermedad renal, diabetes o se están tomando determinados medicamentos, será mejor consultar a un médico.
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