El kéfir se puede considerar uno de los productos más sanos y equilibrados del momento.
Sin embargo, también conviene recordar que además de las propiedades positivas, también existen contraindicaciones que también conviene tener en cuenta.
El kéfir contiene muchos microorganismos beneficiosos que ayudan al estómago y los intestinos a funcionar correctamente. Mejoran la digestión, ayudan a combatir enfermedades y fortalecen el sistema inmunológico.
El kéfir contiene muchas proteínas y calcio, lo que es bueno para los huesos y los músculos. Esto es especialmente importante para los mayores de 40 años.
Por supuesto, los beneficios de las proteínas y el calcio también deberían ser evidentes para los niños.
Las investigaciones muestran que esta bebida reduce gradualmente el nivel de colesterol "malo" y también tiene un efecto positivo en los vasos sanguíneos. Esto significa que puede ayudarle a perder peso mientras fortalece su corazón y sus vasos sanguíneos.
Pero el kéfir no es apto para todos. Algunas personas son intolerantes a la lactosa, que se encuentra en la leche y el kéfir, y pueden sentirse mal después de beberlo.
También debes prestar atención al contenido de grasa. Si el kéfir es demasiado graso, puede generar un estrés adicional en el tracto gastrointestinal.
Si se produce malestar o dolor después de consumirlo, tiene sentido acudir a especialistas en busca de ayuda.
El kéfir puede considerarse fácilmente uno de los productos más saludables del momento, pero sus desventajas también deben tomarse en serio.
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