A mucha gente le encantan las semillas de girasol porque son ideales como snack. Sin embargo, muchos ni siquiera piensan en cuáles son sus beneficios reales.
No es casualidad que los expertos recomienden a las mujeres añadir semillas de girasol a su dieta.
Aquí muchos se sorprenderán, pero tienen una rica composición en la que podréis encontrar:
1) magnesio;
2) zinc;
3) selenio;
4) vitamina E y mucho más.
Por supuesto, la concentración de componentes útiles no es tan significativa, pero se puede lograr un excelente efecto preventivo.
Dado que la vitamina E se puede encontrar en la composición, ayuda a hidratar y rejuvenecer la piel, así como a fortalecer el cabello y las uñas. Pero aquí vale la pena recordar la calidad del producto y el método de preparación.
Un ejemplo sencillo: si se fríen las semillas en una gran cantidad de aceite, es poco probable que se consiga un buen efecto.
La mayoría de la gente ni siquiera piensa por qué las semillas son el refrigerio perfecto.
Cabe señalar un dato interesante: contienen fibra y proteínas, que crean una sensación de saciedad. En consecuencia, este producto es ideal para picar.
Las semillas de girasol contienen triptófano, un aminoácido que favorece la producción de serotonina, la hormona de la felicidad.
Y como sabes, este componente mejora el estado de ánimo. Pero aquí vale la pena recordar las desventajas. El hecho es que las semillas pueden ser adictivas, y esto definitivamente no sucede por casualidad.
Esta propiedad está garantizada debido a que la composición contiene omega-6 y omega-3. Tienen un efecto positivo sobre el estado de los vasos sanguíneos.
También se cree que el consumo regular puede reducir el nivel de colesterol malo en el organismo.
También contienen fitoestrógenos, que pueden ayudar a regular el equilibrio hormonal en las mujeres, especialmente durante la menopausia.
Estas sustancias pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollar una serie de enfermedades asociadas con el desequilibrio hormonal.
Las semillas de girasol son fáciles de incluir en su dieta como plato independiente o agregarlas a ensaladas, pan, productos horneados o yogur.
Saben bien y pueden ser una maravillosa adición a una dieta saludable.
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