Mucha gente cita el ejemplo del moho que queda en el queso; algunas personas lo comen y no experimentan problemas de salud.
Pero es importante entender que existen diferentes tipos de moho: es muy capaz de provocar intoxicaciones o reacciones alérgicas.
El moho también puede actuar como caldo de cultivo para bacterias dañinas, E. coli, salmonella, listeria, etc.
Al menos todo el mundo entiende que definitivamente no se debe comer moho doméstico.
No siempre vale la pena hacer esto, ya que el moho crece en el producto y su crecimiento a menudo comienza desde el interior.
Esta regla es válida para el pan.
Pero se pueden guardar los siguientes alimentos: quesos de corteza dura (suizo, cheddar y parmesano), verduras duras (zanahorias, repollo y pimientos morrones) y frutas con piel (moho en el exterior).
Anteriormente escribimos sobre cómo no fallar durante una dieta.