Besas con menos frecuencia que antes, pero lo atribuyes al cansancio.
Él se olvida de los cumpleaños, pero tú lo justificas: “El trabajo te afectó”.
¿Y si esto no es una coincidencia, sino señales que gritan acerca del final? No todas las traiciones son ruidosas: la mayoría de las veces, el amor muere en silencio. Aquí te contamos cómo notarlo.

La primera señal es que dejó de estar enojado. Sí, has oído bien. Antes discutía sobre tu retraso o por haber dejado la luz encendida, pero ahora guarda silencio.
Esto no es calma sino indiferencia. Cuando a una persona no le importa lo que haces, se ha desconectado emocionalmente.
El segundo marcador son los abrazos “amistosos”. Si te abraza como a un amigo (te da palmaditas en la espalda, evita mirarte fijamente) no es ternura, sino un ritual. La pasión no tiene por qué estar relacionada necesariamente con el sexo: está en los gestos: arreglarse el pelo, sonreír furtivamente, tocar la mano de alguien sin motivo alguno.
La tercera señal es que no comparte pequeños detalles. Solía contarme cómo una paloma afuera de la ventana de su oficina estaba causando un drama, pero ahora responde: “Todo está bien”. Si tu pareja deja de hablar tonterías significa que ha dejado de poner el alma en la relación.
Pero no se apresure a entrar en pánico. Pruebe un “día de preguntas”: dedique 24 horas a hacer solo preguntas abiertas: “¿Qué te sorprendió hoy?” en lugar de "¿Cómo estás?"
Si vuelve a la vida y empieza a hablar, existe la posibilidad de restablecer la cercanía. Si lo ignora, es hora de actuar.