La ruptura de una relación siempre es una situación estresante, por muy bien que se porten los socios.
La psicoterapeuta y entrenadora Yulia Vatutina habla de esto con más detalle.
El proceso de ruptura puede resultar menos doloroso si se siguen algunas reglas.
- Sea honesto. Es importante ser abierto con tu pareja. Explica tus sentimientos y razones por las que quieres terminar la relación.
Trate de evitar culpar y concéntrese en sus necesidades y sentimientos personales. Utilice mensajes "Yo soy". - Elija un momento y lugar adecuados. Piensa dónde y cuándo le contarás tu decisión a tu pareja. Evite lugares que puedan añadir tensión o hacer que la situación sea aún más emocional. Elige un lugar tranquilo donde puedas hablar con calma.
- Esté preparado para una reacción emocional. Tu pareja puede estar molesta u ofendida. Prepárate mentalmente para esto, expresa tu simpatía. Sea paciente y comprensivo acerca de cómo su pareja expresará sus emociones.
- Apoyo después de una ruptura. Si tu pareja tuvo una ruptura difícil, intenta estar disponible y apoyarla tanto como sea posible. Pero no te olvides de ti mismo y ten cuidado con la manipulación.
- Establece límites. Si la pareja reaccionó con relativa normalidad a la ruptura, entonces puedes empezar a establecer límites. Esto es necesario si mantener algún contacto con su pareja le trae recuerdos dolorosos.
- Date tiempo. Al igual que las heridas físicas, las heridas psicológicas también tardan en sanar. Date tiempo para recuperarte, considera tomar unas vacaciones repentinas.
Y no se apresure a entablar una nueva relación hasta que deje atrás la última ruptura.
En palabras, estos consejos parecen bastante simples, pero en realidad no todo el mundo puede seguirlos de forma coherente.
Es importante comprender que una ruptura es un proceso individual y el abordaje correcto depende de las circunstancias específicas y la naturaleza de los socios.
Comportamiento después de la separación: consejos de psicólogos
¿Cómo comportarse después de una ruptura? La pregunta también es individual, pero los expertos ofrecen varias estrategias útiles y universales.
- No intentes reprimir tus emociones. Una ruptura puede traer muchas emociones negativas y mantenerlas dentro es extremadamente dañino. Trate de expresarlos con cuidado, sin causar daño a los demás. Sin esto, será difícil iniciar el proceso de recuperación.
- Busque apoyo. Habla con amigos, familiares o seres queridos en quienes confías. Cuéntales tus sentimientos y experiencias. El apoyo de los demás puede ser una parte importante de su recuperación.
- Cuídate. Concéntrate en tu bienestar, físico y mental. Dedique tiempo a actividades que le brinden alegría y satisfacción.
Podría ser un deporte, un hobby, una lectura o cualquier otra cosa que te interese. No te olvides del respeto por ti mismo: independientemente de los motivos de la ruptura y de la reacción de tu pareja ante tu ruptura, recuerda tu autoestima y tus límites personales. - Evita situaciones tóxicas. Después de una ruptura, especialmente al principio, puede resultar difícil tener algún contacto con tu pareja.
Evite situaciones que puedan causar una reacción dolorosa e interferir con su recuperación. Por ejemplo, puedes cambiar de página en las redes sociales o simplemente evitar los lugares públicos donde teóricamente es posible encontrar pareja. - Contacta con un profesional. Si las preocupaciones sobre una ruptura van acompañadas de condiciones como depresión, irritabilidad prolongada y también provocan reacciones socialmente peligrosas (ira, agresión, etc.), entonces conviene consultar a un psicólogo.
Además, la ayuda de un especialista es necesaria si la ruptura ha afectado significativamente a otras áreas de tu vida, por ejemplo, ha reducido tu productividad.
Un psicólogo le ayudará a comprender sus sentimientos y le ofrecerá un programa de recuperación individual.
Es imposible predecir cómo reaccionará una persona en particular ante una ruptura. La herida de la ruptura puede tardar meses en sanar.
Por lo tanto, debes estar preparado para todos los escenarios posibles, tanto en relación con la reacción de tu pareja ante la ruptura, como en relación con tu propia reacción.