No existe una pastilla mágica para evitar el divorcio.
Elena Katsyuba, psicóloga y psicosomatóloga, contó cómo evitar el divorcio.
Así como es imposible crear algún tipo de instrucción, siguiendo la cual se pueda salvar el matrimonio. Todas las familias son muy individuales y cualquier cosa puede pasar, por lo que hoy en día es imposible dar garantías ni siquiera de la relación matrimonial más feliz.
Pero podemos dar algunos consejos generales sobre cómo aumentar la importancia y el valor de las relaciones.
No pienses en el divorcio
Para evitar el divorcio, no debes pensar en el divorcio. Si seguimos pensando en nuestra cabeza que mi esposo (o esposa) podría dejarme, entonces en un nivel inconsciente comenzamos a hacer algunas cosas que provocarán una ruptura. Por ejemplo, hacer preguntas: “No me dejarás, ¿verdad?”
Una pareja que nunca antes haya pensado en esto puede tener una idea completamente natural de que, en principio, esto es posible.
Entiende que no se confía en él y que su cónyuge está pensando constantemente en el divorcio y parece estar esperando ese resultado. Su desconfianza también comienza a crecer.
Por lo tanto, debes comprender que la vida realmente no ofrece ninguna garantía y que puede pasar cualquier cosa. Pero si todo está bien aquí y ahora, entonces debes apreciar y disfrutar este momento sin exponerte a la negatividad.
Busca una persona con valores similares
Las relaciones implican varias etapas de desarrollo. El estado inicial es un estado de enamoramiento. Y las siguientes etapas se diferencian entre sí por la profundidad de la coincidencia de valores.
Si no existen tales coincidencias, lo más probable es que una relación a largo plazo no funcione, ya que estas personas no tienen dónde luchar juntas. Si los valores clave son los mismos, las posibilidades aumentan significativamente.
Pero, además de los valores comunes, existen necesidades de seguridad, protección, cuidado, confianza: ¿siempre estarás para mí?, ¿cuánto puedo contar contigo?, ¿estás dispuesto a echarme el hombro en situaciones difíciles? Y cuanto más respuestas afirmativas tiene una pareja a estas preguntas en relación con el otro, más profundamente se sumergen el uno en el otro.
Y cuando ya se ha invertido tanto en una relación, perderla no es rentable e incluso da miedo.
Evolucionar juntos
Con el paso de los años, la gente empieza a cambiar. Alguien está reconsiderando su cosmovisión, algunos valores u objetivos. Por ejemplo, mientras los niños eran pequeños, uno tenía una gran necesidad de seguridad y confianza en el futuro.
Y cuando crecieron, aparecieron otras necesidades. Por ejemplo, en el autodesarrollo. Si uno está trabajando en sí mismo, aprendiendo algo nuevo, practicando deportes, entonces querrá ver a su lado a una persona que no sea menos inteligente, interesante e inteligente.
Para que la relación sobreviva, la evolución debe ser cooperativa. Y aquí surge la pregunta: ¿qué tan dispuesta está la pareja a tener en cuenta los intereses del otro? Si este tándem funciona, entonces no se producirá ninguna separación.