Una mujer se siente mujer en su totalidad sólo cuando hay un hombre de verdad cerca que no le echa encima la responsabilidad, que la cuida y la trata con mimo.
Marina Magalyasova, psicóloga, nos contó cuáles son los signos del amor femenino.
Una mujer ni siquiera querrá ni podrá mostrar cualidades masculinas en el diálogo con su hombre, incluso si las muestra claramente en el trabajo y en la vida.
Aquí con la idea: “Un hombre hace a una mujer”. Es esta frase la que personifica el amor femenino. Una mujer se llena de ternura al sentirse al lado de un hombre fuerte que la ama.
No hay lugar para la transferencia al padre o al hijo. Aquí hay dos adultos, dispuestos al amor, la ternura y el cuidado. Sólo cuando una mujer está preparada, más bien “madurada” para un sentimiento de amor adulto, puede nacer en su interior, e inmediatamente aparecerá la persona adecuada, idónea y preparada.
Por tanto, la pregunta siempre es sobre vuestra disposición, y no sobre “no hay los adecuados”, “todos los hombres...”. Cuando comienzan las excusas y trasladan la responsabilidad al hecho de que los hombres de hoy no son los adecuados, significa que no notas algo en ti mismo. Y esta es una oportunidad para aprender y cambiar tu configuración y solo entonces conocerte y enamorarte.
Si hablamos de amor maduro, entonces se trata de sentimientos sinceros de dos adultos, y no de aquellos que compensan sus traumas infantiles en una relación. El amor es una relación a largo plazo en la que se respetan los límites del otro.
El amor sólo puede ser entre dos, pero uno nunca experimentará este sentimiento. Idealmente, esto es un recurso y apoyo. Ésta es la fuente de la felicidad.
¿Qué ayudará a preservar el amor durante muchos años y creará una unión fuerte entre dos personas amorosas?
- Es necesario poder negociar, aceptar las fortalezas y debilidades del otro.
- Conózcanse y cuando se miren a los ojos, lo verán a él y no a sus ideales de fantasía.
Es el amor el que mejora la realidad.
¡PERO! Sólo cuando una mujer está dispuesta a conocer a una segunda persona, igual a ella, el mismo adulto, y no cuidar, como una madre, de un hijo que acaba de cambiar de mamá, o ser una niña para un nuevo papá.
Naturalmente, esto es sarcasmo. Pero considere esos datos en usted mismo como una oportunidad de cambio y un punto de crecimiento.