Muchos propietarios de teléfonos móviles nunca desactivan la búsqueda de redes Wi-Fi, incluso cuando no están utilizando Internet.
Este enfoque es muy peligroso: no se pueden descartar consecuencias muy graves.
Entonces, ¿qué problemas podría encontrar un usuario si no apaga la tecnología inalámbrica de manera oportuna?
El teléfono inteligente se descargará rápidamente.
La búsqueda continua de redes Wi-Fi aumenta seriamente la carga del dispositivo.
La batería comienza a perder carga muy rápidamente.
Como resultado, el usuario se enfrenta a la necesidad de cargar el teléfono móvil varias veces al día.
Los ciclos de carga se “desperdician” más rápido, la batería pierde capacidad y empieza a funcionar peor.
Fuga de datos personales
La tecnología inalámbrica que funciona continuamente también provoca que el teléfono móvil se conecte periódicamente a redes Wi-Fi desconocidas.
Es posible que en determinados momentos el teléfono inteligente se vuelva visible para el propietario del enrutador.
Si hablamos de un atacante, entonces puede aprovechar la situación e intentar acceder a su información personal.
Por lo tanto, desactive la búsqueda de redes Wi-Fi después de completar cada sesión de Internet.