En vísperas del gran fin de semana que comienza en Bielorrusia el 7 de noviembre, unos 2.000 vehículos esperan en la frontera para entrar en la vecina Polonia.
Así lo informó el servicio de prensa del Comité Estatal de Fronteras de la República en su canal oficial de Telegram.
Según sus datos, desde el lunes 4 de noviembre el número de coches delante del puesto de control polaco “Terespol” (en el lado bielorruso de “Brest”) casi se ha duplicado.
Así, hasta las diez de la mañana del 6 de noviembre, se habían acumulado allí 1.335 coches.
Tenga en cuenta: la parte vecina todavía no acepta más del 40% de la norma para vehículos en su territorio.
En el mismo paso fronterizo, 40 autobuses hacen cola, según indica el Código de Procedimiento Civil.
Para los camiones, la dirección polaca hacia la UE también es la más transitada: 600 camiones harán cola en el puesto de control de Kukuryki (Kozlovichi).
Según el Comité de Fronteras, los servicios polacos sólo han permitido el paso del 52% de la norma desde el lunes.
Pero el menor número de vehículos fue procesado por los empleados del puesto de control lituano “Medininkai” (“Kamenny Log”): el 16% de la norma.
Desde principios de semana, el 36% de los camiones han pasado por otro puesto de control, el de Shalchininkai (Benyakoni), hacia Lituania.
Frente al puesto de control letón "Paternieki" ("Grigorovshchina") hay 300 camiones en fila.
Los empleados de este puesto de control procesaron el 45% de los vehículos, informó el departamento bielorruso.