El entusiasta canadiense de las orquídeas Kevin English ha logrado lo imposible al convertir su casa en el epicentro de una sensación botánica.
Tan solo un año después de establecer un récord mundial con 131 flores en una orquídea monopodial, presentó una nueva creación cubierta de 159 delicadas flores.
Este sorprendente resultado no sólo superó su logro anterior, sino que también dejó a todos los competidores muy atrás.

Entre ellas se encuentran la británica Karen Bartlett (106 flores en 2016) y la china Shi Yuanfeng (91 flores en 2014).
Este ejemplar único, cultivado en un apartamento normal de Waterloo, fue el resultado de un trabajo minucioso.
Para eliminar errores de recuento, English marcó cada brote con un marcador de color, realizó dos recuentos independientes y trajo testigos de la Sociedad de Horticultura de la ciudad.
Las inflorescencias rosas con toques de frambuesa, colgando en guirnaldas de un tallo vertical, convirtieron la planta en un objeto de arte viviente.
Después del recuento final, la sala estalló en aplausos.
"Esto es un nuevo récord mundial ahora", dijo Kevin levantando el pulgar.
Los expertos del Libro Guinness han confirmado que ninguna orquídea monopodial en la historia ha demostrado tanta abundancia.
Para English, estos no son sólo números: son un desafío a sí mismo.
“Me esfuerzo por redefinir los límites de lo posible”, admitió, pensando ya en el próximo experimento.