En 2022, Bette Nash entró en las páginas del Libro Guinness de los Récords, donde recibió el título de la azafata de mayor edad del mundo.
Su experiencia laboral ascendió a casi siete décadas, o para ser más precisos, 67 años.
La mujer soñaba con ser azafata desde que subió a un avión por primera vez.
Esto sucedió cuando Bette tenía sólo 16 años.
Persiguió persistentemente su objetivo y en 1957, a la edad de 21 años, consiguió un trabajo como asistente de vuelo en Eastern Airlines (más tarde la compañía pasó a llamarse American Airlines).
Nash volaba principalmente entre Washington, donde vivía, y Boston.
Le gustaba esta ruta porque podía volver a casa todas las noches y cuidar de su hijo.
Bette murió el 17 de mayo de 2024 en cuidados paliativos por cáncer de mama.
Nunca dejó oficialmente su puesto en American Airlines.