El estadounidense Stuart Robbins de Estados Unidos logró entrar en el Libro Guinness de los Récords cuando cumplió 73 años.
Para ello, tuvo que demostrar que se le puede llamar un maestro de los tiros libres en el baloncesto.
Robbins pudo hacer 16 tiros libres seguidos a ciegas y se convirtió en el primer poseedor del récord en esta categoría, porque antes de él nadie había pensado en establecer tal récord.
Por supuesto, para lograr esto, Stewart tuvo que trabajar duro: el entrenamiento, durante el cual el hombre tenía los ojos vendados, tomó alrededor de 15 mil horas.
Después de esto, Stuart Robbins tuvo confianza en sus habilidades y finalmente decidió presentar su récord a la comisión del Libro Guinness de los Récords.
En presencia de dos árbitros de baloncesto, completó con éxito la tarea que se había propuesto.
El jurado se aseguró de que los ojos de Robbins realmente no pudieran ver nada y que la línea de tiro libre estuviera a 4.572 metros del aro.
Para establecer el récord, necesitaba acertar al objetivo más de 10 veces seguidas, pero Stewart superó su objetivo e hizo 16 tiros precisos.