En 2015, se supo de la muerte del poseedor del récord del mundo de las vacas: un animal llamado Blossom (traducido del inglés como flor) murió a la edad de 13 años.
La causa fue una lesión incurable en la pierna de una vaca gigante.
Pero lo más notable no es la muerte, sino la vida del animal: su nombre fue incluido en el Libro Guinness de los Récords debido a su altura: Blossom alcanzó una altura de 1,93 metros.
La vaca nació y creció en la granja de Orangeville en Illinois, EE. UU., y pertenecía a la raza Holstein.
Cuando todavía era una cría, Blossom ya tenía el tamaño de una vaca adulta.
Sin duda, tales “volúmenes” preocuparon un poco a sus dueños, quienes compraron el animal cuando tenía ocho meses.
Sin embargo, la vaca siempre estuvo rodeada de la atención de la gente, lo que le gustó mucho, recuerda la dueña del animal, Patty Meads-Hanson.
Recordemos que la altura del anterior “poseedor del récord” era de 1,88 metros y la estableció en 1906-1910 una vaca Holstein-Friesian.