El hombre que cultivó las fresas más pesadas del mundo es el granjero israelí Chahi Ariel.
En cualquier caso, así lo dice el Libro Guinness de los Récords, y no tenemos motivos para no confiar en él.
Según los registros, la baya pesaba 289 gramos, aproximadamente cinco veces el peso medio de una baya normal de la variedad local Ilan.
A esta conclusión llegó el investigador Nir Dai del Instituto Volcani de Israel, donde se desarrolló y cultivó esta variedad.
La longitud de la baya era de 18 cm y su circunferencia era de 34 cm.
El récord se estableció en 2021; se cree que esto se logró en parte debido al clima inusualmente frío que prevaleció a principios de ese año.
En tales condiciones, el proceso de maduración de las fresas se ralentizó, lo que les permitió seguir aumentando de peso.
Por cierto, el récord anterior se estableció en 2015, cuando un agricultor japonés cultivó fresas que pesaban 250 g.