Hasta principios del siglo XXI, se consideraba que el récord de goles en un partido de fútbol era el partido disputado en 1885 en el marco de la Copa de Escocia.
El Club Arbroath derrotó al equipo Bon Accord por 36:0.
Sin embargo, el 31 de octubre de 2002 se batió el récord que se había mantenido durante 117 años.
Además, durante el partido se marcaron mucho más de 36 goles.
En el marco del campeonato de fútbol de Madagascar se jugó un partido inusual.
Situación antes del partido
Una ronda antes del notable partido, el equipo del Stade Olympique l'Emirne perdió sus posibilidades de ganar el campeonato debido a un penalti sancionado al final del partido.
Los representantes del equipo consideraron injusto este resultado y decidieron expresar su descontento de una manera única.
El entrenador del club fijó un objetivo para los jugadores: marcar el mayor número posible de goles en propia meta en el próximo partido.
Desarrollo del partido "Adema" - "Stade Olympique l'Emirne"
Los jugadores del Stade Olympique l'Emirne decidieron cumplir plenamente la tarea planteada por el técnico.
Empezaron a marcar en su propia portería. El balón estaba en la red cada 36 segundos.
Los jugadores del club Adema ni siquiera intentaron intervenir en el juego: simplemente observaron las acciones de sus oponentes.
El partido terminó con un marcador de 136:0.
Esta “broma” resultó costosa para los jugadores y el entrenador del Stade Olympique l’Emirne: algunos fueron descalificados durante varios años.
Anteriormente hablamos de un portero que marcó más de 130 goles a lo largo de su carrera.