Con razón se puede llamar a Tailandia la cuna de todo lo exótico.
Es aquí donde puedes probar la fruta que merece el título de "la más apestosa del mundo": el durián.
A pesar de esta descripción aparentemente poco halagadora, los residentes locales no sólo trituran durian fresco en ambas mejillas, sino que también preparan sopa e incluso helado con él.
Y no es de extrañar, porque el durian tiene un sabor realmente delicioso.
La sorprendente combinación de nueces y queso la convierte en una de las frutas más deliciosas.
Es cierto que tendrás que disfrutar de la increíble pulpa con la nariz taponada, porque el hedor que emana del durian sólo se puede comparar con el "aroma" de la carne podrida.
Debido a esto, no se puede almacenar en espacios cerrados ni siquiera entrar con él en el transporte público; sí, sí, existe esa prohibición en Tailandia.
Sin embargo, basta recordar que los propios habitantes del sudeste asiático apodaron a esta fruta inusual "infierno afuera, cielo adentro"; este nombre, tal vez, lo diga todo por sí solo.
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