Las tortugas ocupan un lugar digno en la lista de los animales más lentos junto con los caracoles, los perezosos y las estrellas de mar.
Hay muchas razones para esta lentitud.
Esto incluye el tamaño impresionante de la tortuga, su caparazón pesado y la sensación de seguridad que proporciona: ¿por qué correr y esconderse en algún lugar si siempre hay un refugio confiable?
Además, la velocidad de la tortuga también está influenciada por el hecho de que estos animales son de sangre fría y, como saben, cuanto más baja es la temperatura, más lentos son.
Sin embargo, entre las tortugas hay auténticos poseedores de récords que pueden superar los cien metros en tan solo 6 minutos.
En particular, estamos hablando de una tortuga llamada Bertie de Durham, Carolina del Norte.
La velocidad de movimiento de Bertie es de 1 km/h, que, por cierto, es el doble de la velocidad de una tortuga normal.
Esta característica le permitió a Bertie ganar el título de la tortuga más rápida del mundo. Asegúrate de que no te pase en la curva.
