Habiendo escuchado o recordado completamente por accidente una melodía popular de una canción, puedes estar seguro de que tu cerebro comenzará a reproducirla una y otra vez.
Esta música en la cabeza te impide concentrarte en asuntos importantes, te aburre, te pone nervioso y puede volverte agresivo.
Ocurre aún peor: suena la canción, pero la persona no recuerda su nombre, el artista ni las circunstancias en las que pudo escuchar esta composición.
Todo esto empieza a distraer aún más, y la canción empieza a molestar aún más.
Si de alguna manera puedes deshacerte del hipo bebiendo agua o conteniendo la respiración, entonces no podrás escapar del motivo atrapado en tu cabeza. Pero esto es a primera vista.
Existe una forma sencilla de desactivar la música intrusiva.
Manera fácil
Primero, acepte la idea de que cuanto más intente olvidar esta canción, más “sonará” por más tiempo.
El nombre científico de este fenómeno es efecto Zeigarnik. Se explica así: la conciencia de una persona se concentra obstinadamente en una acción inconclusa.
Entonces, en lugar de intentar distraerte o olvidar la inquietante melodía, intenta recordar las últimas líneas de esa canción.
Un sencillo truco reiniciará tu cerebro para que puedas hacer cosas importantes.
Para información
Un motivo es la unidad rítmica más simple de una melodía, que consta de una breve secuencia de sonidos unidos por un acento lógico.